Iruka Umino

Iruka estuvo presente durante el Ataque del Nueve Colas a Konoha junto a sus padres, le dijo a su padre que no se iba para proteger a su madre. Su padre le gritó que era el deber de los padres proteger al hijo. Más tarde, fue retirado por la fuerza del campo de batalla por un Shinobi desconocido. Sus padres murieron durante el enfrentamiento.[1]

Con su familia muerta, Iruka no tenía a nadie que le prestara atención. Iruka, después, se convirtió en un bromista, tratando de llamar la atención para evitar la soledad, como hizo después Naruto. Pasaba su tiempo en el monumento, donde los nombres de sus padres se habían asentado, y, en sus peores momentos, sería consolado por el Tercer Hokage, que le enseñó el significado de la Voluntad de Fuego. Mizuki fue un amigo de la infancia de Iruka tras el ataque, y por lo general, le hizo sentirse mejor. En el anime, se reveló que debido a que la gente tenía más atención sobre Iruka que con Mizuki, empezó a odiar a Iruka. En el anime, Iruka se convirtió en un instructor porque quería pasar la Voluntad de Fuego a la siguiente generación. Cuando Naruto se convirtió en su alumno, le resultó difícil lidiar con la persona que contenía el monstruo responsable de la muerte de sus padres. Pidió al Tercer Hokage no tener que enseñar a Naruto, aunque Kakashi Hatake consiguió convencerle para que lo hiciera. Más tarde, Naruto se fue al bosque donde se encontró con unos enemigos de Takigakure. Iruka lo persiguió y lo protegió de los espías que atacaban, finalmente, ambos fueron rescatados por Kakashi. Después de salvar a Naruto, agradeció el Tercer Hokage el asignarle a Naruto como alumno; por lo que dejó de mirar a Naruto con odio y lo trató estrictamente en clase a partir de ese momento, con el fin de convertirlo en un buen Ninja.